martes, 16 de diciembre de 2014

Por qué Paula debe ganar 'Gran Hermano 15'



Este jueves 18 de diciembre se celebra la ansiada final de Gran Hermano 15, una edición que no pasará a la historia por tener una audiencia especialmente buena ni tampoco por su magnífico casting. A estas alturas de la película, lo único que será para recordar es que es la primera final femenina de la historia nacional del concurso, con tres mujeres buscando un único premio: el famoso maletín. Dos primas y una tercera opción son las finalistas y todo el mundo se posiciona ya a favor de una u otra. Echando la vista atrás, hemos vivido ya catorce ganadores de Gran Hermano en España y pocos me han parecido realmente merecidos, porque siempre suelo coincidir con esa gran minoría de la audiencia que prefiere la elegancia y emotividad de Sabrina Mahí (GH2) a la histriónica, maleducada y egoísta de Laura Campos (GH12).

Sin embargo, este año, he decidido posicionarme por la segunda opción. Y es que ante una edición que ha sido principalmente tedia y poco afortunada, veo más que aceptable a una concursante que ha sabido crecer ante la adversidad, dar el juego que requiere el programa, hacer sufrir y entretener a la actualmente escasa audiencia y, sobre todo, ser recordada. Ya ni me acuerdo de la mitad de grandes hermanos de este año, pero sí sé decir quién es Paula González y, sobre todo, cuál es su voz. Para mí, es suficiente argumento. Y también para el propio reality, porque no podremos negar que las últimas galas y debates parecen hechas a medida para ella, como si en realidad todo fuese un concurso sobre su vida y, el esto, meros accesorios. Pero es que lo son. Como decimos los fans del programa: Son muebles.

Paula ha dado, ofrecido y tenido todo lo que le pedimos a un concursante: ha dado amor, sexo, desamor, llanto, risas, insultos, nervios, estrés… Es un poco Fresita, es un poco Laura Campos, es un poco Nayala, es un poco de todo y a la vez de nada. Y, sobre todo, es la gran odiada por el público, algo que siempre me fascina. Esa persona que recoge tanta animadversión de la audiencia es siempre de admirar. Y Paula lo hace. Tiene también una legión enorme de apoyos, que seguramente la catapulten, cuanto menos, a estar en el último veredicto de Mercedes Milá. No era mi favorita cuando entró. Tampoco sé si lo es ahora. Pero Gran Hermano necesita una ganadora como ella. No hay más. Así que espero que se imponga a las primas. Quiero ver su bocaza enorme en esa entrevista como ganadora. Me urge escuchar sus cambios de voz mientras agradece la estancia. Y me apetece un montón que “tongo” repita como trending topic tras su victoria por parte de todos esos reventados que no sabrán aceptar que ha sido la mejor. ¡Viva Paula!


@RobertoSCaudet


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